Las letras bailotean al ritmo que establecen las modernas plumas cibernéticas, otrora teclas. Palabras que emergen de una nada aparente y que, en verdad, han formado y forman parte del ente creador. Entonces, en efecto, construyen alegorías y entramados que buscan con avidez la interpretación más adecuada. Ésta no siempre llega. Es más, hay veces que, como se dice coloquialmente, brilla por su ausencia. Pues bien, todo parece indicar que dicha luz, la que en apariencia no está presente, es el motivo real del existir literario; bueno, al menos así es en el autor de estas líneas. Por un lado existe el mensaje emitido-pretendido y, por el otro, el o más bien los recibidos, pues éstos se multiplican casi que por cada lector en el esquema conceptual de la comunicación. Aquí es en donde se sugiere que el escritor contemple la posibilidad de manejar la claridad que ofrece el brillo en contraposición con las sombras literarias. Luz deliciosa y delicada del mundo no perfect...
Le pones música y pasa a ser el hit de la historia discográfica. Gracias
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