Ocēlōtl


Jaguar
que juegas con los jugos
exóticos exquisitos excitantes.
Cuachicqueh ocēlōpipiltin
guerrero
de la noche
la piel expuesta
presupone
la pureza de tu estirpe
príncipe selvático
con alas en los dientes
y garras en la frente
enfrentas al día
y al sol por instrumento
instruyes así
señor guerrero
en el baile del sendero
con destino a las estrellas.

Jaguar del monte que en la noche brillas
levanta el paso de bondad celeste
el suelo agreste de la amante tuya
las mantas suaves que proteges saben.

La escuela de los nobles que, como lo transmitió el dador de la vida, a su muerte reencarnan en mariposas, es la posibilidad real y señorial de establecer el primer zoo-acercamiento.
La nobleza pues de la cultura ancestral es la que dispone, sin presuponer, las cualidades intrínsecas de la animalidad.

Esta noche será larga
el teponaxtle gritará
las aves conversan ya
esperan el canto felino.

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