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Mostrando entradas de junio, 2022

Arteros

Formo parte de los art-eros, los que, al crearte y recrearte, hacen el arte y el... eros. ⓘ ™ Publicado 20120910

Evidencia 20220622

¿Para qué despedir la elocuencia incipiente? ¿Acaso se requieren prevenciones? ¿Acaso, palabras sin eco como las que enuncian las aves madrugadas? La próxima reunión de los sentidos será dentro del viento y del silencio después de elaborar complicidades. Pequeños cernícalos rupturistas de pico en pico buscan alimento en la inocencia del principio de la vida. Figuran las torres de la eterna arrogancia en medio de la nada y del suspiro. Emanan emociones pasajeras eléctricas miradas del olvido recuerdos escondidos evasivos. Evidencias internas que generan las presencias sin rumbo sin auténticos sentidos referidos. Vida: sabes muy bien nuestras verdades desde aquel inicio del tiempo de frambuesas desde aquellos gritos desgarrados palabras ausentes sin ecos ni retóricos diluvios sin aves recién nacidas de huevecillos hambrientos de caricias. Camino por la acera fragmentada abundan los cernícalos sin alas de nuevo previos al vuelo y a las vueltas nulas. Prefiero desplazarme por la historia.

Sobre el viento

No es volar lo que requiero sino el viento y tu suspiro para impregnar el papiro con imágenes de acero. Hoy soy un titiritero sin hilos y sin muñecos también sin alambres chuecos que atraviesen el espacio. Llegaré hasta tu palacio descubriendo recovecos. ⓘ ™

20190825 Memorias

Voy a llevar un diario casi como el que llevó el Che Guevara en Bolivia. Hoy (25 de agosto de 2019) terminé oficialmente la semana 3 del posgrado (representa aproximadamente el 5% del total). He terminado todas las tareas y voy al corriente. Continúo con un orden inusitado en mis apuntes, mismo que jamás observé ni en licenciatura ni mucho menos en prepa, Etc., Etc. Al tiempo, como tengo prácticamente "armadas" las clases que imparto, voy en tiempo y forma con mis programas académicos. En tareas extraordinarias (ponencias y demases) también voy en tiempo y forma.

Memorias: música sinfónica

El Capricho Español de Rimski Korsakov lo escuché en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, interpretado con la Sinfónica Nacional por el año 74 ó 75. La segunda obra del programa no la recuerdo, pudo haber sido un concierto para violín; pero la última sí sé cuál fue: la 2ª Sinfonía de Brahms. A partir de esas fechas me hice asistente asiduo a las presentaciones de la OFUNAM (Orquesta Filarmónica de la UNAM), primero en el Auditorio Justo Sierra de CU (los jueves) y en el Teatro Hidalgo (atrás de Bellas Artes, los domingos). Fue cuando se inauguró la maravillosa Sala Nezahualcoyotl (a fines de 1976), a la cual asistí con bastante regularidad.  Acudí a unas cuatro o cinco temporadas. A partir de la mitad de la 2ª me hice novio de una de las taquilleras del recinto por lo que, las siguientes temporadas las disfruté gratis. Allí desarrollé mi oído orquestal. El concierto de los jueves a las 20:30  🕣  formaba parte de mi horario estudiantil.

20191204 FIL Guadalajara

El 4 de diciembre de 2019 participé como expositor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, presentando mi libro  Sismos. Información práctica, publicado por el IPN. Sin duda uno de los días más felices de mi vida por la importancia que este evento representa para todo escritor. He participado en unas quince antologías (de carácter colectivo). Mas, técnicamente, es mi séptimo libro unitario publicado.

Naranjazo

En mis andares por los laberintos de la vida he de contar que, por allá por los fines de los setenta y principios de los ochenta, participé en un  happening  o arte efímero (instalación creada en el momento). La convocante fue la argentina Marta Menujin. El sitio: el MUCA Museo Universitario de Ciencias y Arte. Recuerdo que recibí un naranjazo de Raquel Tibol, crítica feroz de su tiempo.

Memorias: Tres mariachis en Garibaldi

  Hubo una época de mi vida en la que departía con ciudadanos norteamericanos con el objeto de conseguir o celebrar, según el caso, contratos de cierto tipo de construcciones en mi país. Fueron experiencias interesantes pues me divertía al mismo tiempo que trabajaba. La empresa en donde laboraba me pagaba todos estos gastos aparte de mi sueldo habitual. En una ocasión los invité al Bar “Jorongo” del Hotel María Isabel Sheraton a escuchar mariachis en vivo; pero éste fue sólo el principio de la noche pues, cuando se terminó el espectáculo en dicho recinto, optamos por continuar la juerga en uno de los lugares más pintorescos de la ciudad de México: la plaza Garibaldi. Acudimos nuestro grupo así como otros dos que invitamos; es decir: de otro número igual de mesas que deseaban continuar el jolgorio. Ya en el sitio, aparte de las improvisadas cantinas al aire libre que ahí se establecían, se nos ofrecieron tres mariachis para amenizar el momento. Optamos pues por contratarlos, para lo cua

Remembranzas laborales …

A mí no me cuentan lo que es la vida de contratista. En aquellos tiempos, tenía cava personal privada en tres bares. A ellos iba con amigos y clientes. Corría bastante alcohol (fino) en mis mesas. Muchas ocasiones, también fui solo. Alguna que otra vez, con algún(a) amigo(a), de esos sitios cuasi religiosos, le dábamos pa ‘l aeropuerto y tomábamos el primer vuelo nacional o internacional pa’ seguir la juerga. Houston, Monterrey y Acapulco, entre otros, fueron destinos recurrentes. Los contratos daban para eso y para más. Una vez, en Garibaldi, contraté tres mariachis… una pequeña orquesta sinfónica… … y así.