Ranchería
Camino con firmeza hacia el campo de fresa y tuve siempre que aprender a no mirarte. El esplendor (la vida transformada en arte) me ayudó a combatir mi singular promesa. Cubrí tu imagen portadora de belleza con el tiempo infinito al poder adorarte así te admiro convertida en el baluarte y cruzo la frontera donde está la artesa. El soneto: refugio que me otorga paz me ayuda siempre, cuando el cielo se desguanga y no me importa si conocen mi disfraz. No soy superhéroe de cómic ni de manga convivo con vino y combino capataz: cabalguemos con lluvia, fiel caballeranga. ⓘ ™