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Mostrando entradas de julio, 2019

La ciencia

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Maja

Maja Maga haga ragas venda ramas. Desnudos desharemos nudos. Desnudos besaremos mundos. Tu boca, que se alimenta de leche milenaria, no degusta tan solo dicho néctar, sino también lo recrea, como Goya: con singular maestría plural. Maja baja desnuda y traga líquido lácteo fecundo. Besa pues mis esféricos mundos. Beso pues orillas y paredes de tus oquedades mágicas. Nuestras bocas sexuadas ensalivan noches milenarias y entonan melodías mundanas: infantiles y... también de juventudes idas y venidas. Nuestras bocas engarzadas, como piernas que desnudan el encuentro, besan las desnudeces de la historia y... gozamos, sin más... ⓘ ™®

Merlín

Se ha peinado con dos colitas a manera de colegiala. Lleva una minifalda que permite mostrar sus bien torneadas piernas. Su blusa la recoge y amarra justo debajo del busto; éste queda un poco exhibido; la entrada de sus senos es como una invitación a la necesaria lujuria. Al mirarse al espejo siente las manos de él, las que comienzan a acariciar sus pechos, al natural (por debajo de la blusita). No se sobresalta, sino que se da la vuelta con ternura y le busca los labios. Los encuentra y se funden en un beso apasionado. La ropa comienza a retirarse para dar paso a la belleza de la desnudez. La piel de ambos inicia la magia de la danza erótica. Vaivén rítmico como si ella interpretara el piano (y entre los sudores mutuos) una rapsodia o un rondó. La inminente penetración sucede en la más completa de las realidades... ⓘ ™®

Poema primitivo

Bum bum ta tá bum bum ya dá borobum borobum borobum bum bum. Bum bum da tá. Bum. ⓘ ™

Marioneta

Baile y lenguaje mano de artesano madera pintada iluminada cobra vida. ¿Por qué desfallecer ante el pesado telón de la indiferencia? ⓘ ™®

Contenido (*)

Regreso ya al nivel de los mortales entiendo las paredes de mi estancia quisiera otro lugar en su importancia mas ella va tendida a sus maizales. No caben lloriqueos nocturnales la luna no merece mi arrogancia soy solo jugador sin relevancia con hambre de los árboles frutales. En este maremágnum del olvido después de comprender lo incomprensible fue linda la ilusión de hacer un nido. Se nota ya en mi pluma lo sensible incluso ante el coraje contenido ¿nosotros dos: nosotros? Imposible. ⓘ ™ (*) Hubiera sido lindo haberla tenido.

Brillos sensuales

Me encanta provocar en ti resuellos juntando la ilusión y el desafío tenernos –retirando tanto lío– con marcas del amor en nuestros cuellos. Mi rostro con el haz de tus cabellos debajo de la luna –junto al río– es música caliente en este frío es brisa que sostiene tus destellos. Requiero nuestras piernas engarzadas en noches de silencio y de lujuria sexuadas –como notas en cascadas– Sentir tanto la paz como la furia cadencias por demás acicaladas brillando en nuestro mar una centuria. ⓘ ™

Enseñar

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Simbología

Las fichas en el tablero eran: una  ♜ y  ♖♖ , por el contrario había un  ♘ y  ♞♞ , se encontraron también el mismo número de  ♟ y  ♙ , en suma, 4, es decir:  ♟ ♙ ♟ ♙ . Por otro lado, el ruso y el norteamericano estaban inconscientes en un salón privado del casino. Ambos tenían sus naipes en la mano: uno había formado un 'poker' negro ♦ ♠ ♥ ♣, el otro, uno blanco  ♢ ♤ ♡ ♧ . Como este medio es monocromo, no se sabe cual representa al rojo. Lo mismo sucedió cuando sonó el   ☎  un segundo antes que el  ☏ . Por eso, la solución del misterio resultó grotesca. ⓘ ™

Ocres

Nace la línea de entre las aves que bien pudieron ser cenizas. No se sabe si huye de un recuerdo o si busca un rincón en donde verter la miel y el elixir, proveedores ambos de la luz y la armonía. Ocres que fueron rojos se presentan como huevecillos procreantes de una nueva forma vital. Tus dígitos digitan el arte que tu mente materializó en objeto. El cuadro se desnuda entre cada beso apasionado... Rondan el fuego, las respiraciones entrecortadas y los jadeos. ⓘ ™

Cante jondo

Un buen día descubrió que las líneas que conformaban, no solamente sus huellas digitales, sino toda la epidermis corporal, respondían a un código compuesto por símbolos de naturaleza lógica. Entonces entendió a las gitanas... ⓘ ™

Saberte al saborear

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Era tan dialéctico

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Voy a tratar de resolver el hoy

Con mieles del trapiche y arrogancia me ha tocado la palabra. Encuentro una idea lejana del encuentro en este andar de forma arpegio en ése tu lugar en la orquesta del silencio y desgasto papeles al mirarlos cual lanza medieval sin armadura y corro voy subiendo-escalando-las-paredes igual que los felinos en la selva. Me recargo en Homero y Odiseo y lanzo un grito en lontananza en busca de Minerva o Atenea y regreso entonces a los cañaverales del Caribe más cerca ya del cielo nuestro de la bonanza y la verdad –la mía– irremediablemente llega la elegancia del yoruba de la piel  y sobre todo –y ella– la lujuria. Sí me revuelve la vía del sabor o tal vez me revuelvo y vuelco en Ti al saber que vi tu risa en este salto triple del Olimpo en este vuelo rojo del manglar. Sí vuelvo y me revuelco en la arcilla del saber hoy al tratar de rehacer y renacer en canto el del campo de tabaco y algodón. Sí es

Sucesos literarios

Tengo hambre de ti; ganas de tocar lo que tocaste; leer lo que escribiste; mirar a través de tu horizonte. Necesito hoy jactarme también de estar en toda esa inmensidad que te conforma. En la perspectiva y el encuadre de nuestra acuarela inmersa en naturaleza viva. ¿Sabes? Yo te he construido: no a mi imagen y semejanza, sino a la de la composición misma, es decir, a la forma estricta que tú misma, al saberlo, deseaste. Por eso sé que puedo alimentarme de ti (y no es soberbia ni presunción). Sé de nuestra tenacidad, sí; la misma (como la mentada por Neruda en "aquella noche que hizo blanquear los mismos árboles"). Nosotros, los de entonces, tenemos algo de los mismos. Por eso es posible la alborada aquí y en lontananza. Igual que lo ocurrido al leerte el poema 20 con apuntes del Inventario de Benedetti... o con la música de Mertens o Mercedes. Sí que sé que me entiendes... y así suce sí va mente... ⓘ ™®

Si yo fuera

“Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé. (…) Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Será tal vez los potros de bárbaros Atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte”. César Vallejo Si fuera yo el destino de heráldicas caricias sería un ser dichoso por esta pertenencia mi vida en compañía (virtual u omnipresencia) podría decir: “¡qué halago! Qué bellas las noticias”. Las líneas e ilusiones generan las delicias lectura y escritura planteada por querencia de formas tan fermosas (sin requerir licencia) mi mente sólo puede pensar en las albricias. Son pocos los lectores que miran mis escritos los dedos de una mano rebasan numerarios mas pienso: no me importa lo digo cuasi a gritos. Se sufre, sí, se sufre en tiempo temerario armario fiel ropero resguarda palafitos mochila al hombro llevo las joyas del corsario. ⓘ ™

Definición ausente de retórica –me explico–

Te amo, no por ser bella (que lo eres); tampoco por todo tu valor interior ni por lo que haces o dejas de hacer. Y, aunque eres más que mi cómplice y todo, no por eso te profeso mi cariño. Te amo simple y llanamente porque estoy enamorado. ⓘ ™

Intersex... digo: internet

No soy precisamente alguien de armas tomar; de hecho observo un comportamiento relativamente ejemplar ante la comunidad. Asisto regularmente a los servicios religiosos y cumplo con las obligaciones adquiridas en el medio social. A mis hijos no les falta nada. Siempre les he festejado sus cumpleaños y procuro brindarles el cariño necesario para que mantengan una buena autoestima. Mis relaciones maritales se ubican en el promedio que indican las encuestas de la prestigiada revista Forbes ¿o era Frobe, o Froes? Ay, no recuerdo muy bien… Ah, algo importante es que una buena parte de mi tiempo la dedico a frecuentar las llamadas redes sociales. No poseo un cuerpo espectacular, pero tampoco estoy del todo mal. Más bien, apetecible. –Mamá –dicen mis hijos– pareces salida de una revista de modas. Es por ello que, cuando me decidí por una imagen para colocar en lo que se llama ‘perfil’, elegí una en la que no se distingue muy bien ni mi cuerpo ni mi rostro. Y todo fue bie

Droga del olvido

Al principio no sabía lo acontecido; en realidad pensé que era un bombardeo o una avanzada de invasión pues siempre creí que, si alguna vez atacaban a México, la agresión bélica iba a iniciar precisamente aquí, en Guadalajara, debido a su regional-nacionalismo. Pero mi temor creció el año pasado, cuando “La Cumbre”. Unos minutos después de las diez de la mañana ocurrió la primera explosión; el ruido fue ensordecedor; alcancé a ver cómo se abría un boquete en el centro de la calle Gante, ya que observaba el exterior desde un enorme ventanal del edifico en donde me encontraba. Poco tiempo después se formó una gran masa de polvo que impidió la visibilidad durante un rato. “La empresa en la que trabajaba mi amigo, el ingeniero Pedro Santos, había sido contratada para reparar uno de los elevadores de este edificio. Se había pedido la máxima reserva permisible, porque el cable que sostenía la cabina se rompió días antes, precisamente el lunes veinte, por falta de mantenimiento e