Al pan
Al amasar la harina de trigo con sal, levadura y dulce, el panadero sabe la delicia que está a punto de hornear.
Alimentos milenarios que llegan a nuestra mesa prácticamente todos los días y pareciera que nadie se ocupara de su existencia.
Los hay salados y dulces, de ajo y cebolla, rellenos y con cubierta de cremas y azúcar glass.
A veces en rebanadas acompañan porciones proteicas y ensaladas; en otras, se desempeñan como envoltura de las mismas, a manera de torta, tostada o pepito, según el país en donde se prepare; pero, las más, se presentan, en todo el esplendor de lo que es capaz su condición de carbohidrato, en la fina repostería heredada desde la antigüedad, ya sea en pasteles o tartas, así como en el llamado pan de dulce.
Ah, y el pan salado recién horneado, ya sea en la cocina familiar o en la panadería del barrio... Quién sabe si haya un manjar tan sencillo de elaborar y con ese sabor y consistencia tan peculiares.
Bien. Pensaba explayarme un poco más en la temática, pero en virtud de su carácter culinario (y de mi sentir), procederé a degustar una pieza de pan con una taza de chocolate caliente.
¿Gustan?
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Buenisimo.cantad a las cosas sencillas con voz potente que nace de tu alma. Gracias
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