Griega


Diosa de los templos ancestrales
flor en mi otoño renaciente
al ser yo simple mortal

me descolocas
mas
lo acepto
sin chistar
en esta naturaleza nuestra.

En todas las acrópolis destinas
esencias clandestinas de mujer
secretas humedades
en gotitas
que sorbo
nuevamente sin chistar
y paladeo en los palacios
y gozo en las ágoras
y me aprieto a los pretiles
capiteles
capitales
de tu hermosa arquitectura corporal
hermosura no casual
de la que busco sin más tu femenino
por encima de tu inmortalidad.

Cubro mi desnudez con una toga
y al verte imponente
en el recinto imponente
voy hacia Ti
no creas
temeroso
carente.

Mas llego y
al aceptar tu investidura celestial
nos engarzamos
por siempre
en este teatro de la vida
en éstas tus formas
las que
me hacen superar
y llegar por fin
a Ti.


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