Aviario


Algunos perros son como los peros, pero más vivos; claro.
Aclaro que, en efecto, han rondado en torno a mi pluma; bueno, más bien, a mis plumas, pues antes de escribir, fui ave.
Ya no recuerdo si pertenecía a una granja, a un estanque o al cielo.
Me acuerdo de los árboles, sí... como tramas engarzadas en laberintos. Siempre pude descifrarlos, incluso ahora.
Algunos gatos atan, sobre todo los más pequeños. No sé, poseen un estilo de atracción muy parecido al que ejercen los insectos.
De estos últimos, me refiero a los que me han servido de alimento.
Por cierto, me ha dado hambre...

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