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Mostrando entradas de mayo, 2021

De queso y fiambre (a todos nos da hambre)

Si cuentas que entre dulce y chocolate se pierde la firmeza y te despides: te sales de la dieta –te decides– pa' luego comportarte como orate, eliges muy variado –aunque te mate– un plato de embutidos ¡buenas lides! Que abunde desbordante así decides pa' ya no parecer escaparate. Jamones, mortadelas y morcilla salami, pue' ser magro o con grasita le vienen a tu ser de maravilla. Manchego, roquefort, también fetita cheddar, el camembert, gorgonzolilla ¿y el vino? "Lait" ¡respete esta pancita! ⓘ ™

Investidura huasteca del Xipe—Tótec

Tlael Vaine , saliente destacado del  Telpochcalli , fue el elegido divino para portar las filigranas de  Peñotl Papán , el fundador del barrio del  Xipe . El designio recayó en este joven sacerdote, debido a la titánica labor emprendida desde tiempo atrás por su madre, la niña  Malincóyotl , al interceder ante  Laju Waxik , el consejero principal del rey huasteco  Téenek Da'ache , el de la mirada gris, para que el primogénito de su matrimonio mereciera semejante distinción. Era muy extraño que, alguien que había estudiado en un  Telpochcalli,  adquiriera la investidura sacerdotal de una de las más importantes deidades del mundo huasteco, las que por lo general estaban reservadas para hijos de nobles exclusivamente y egresados, además, del imponente  Calmécac  de  Cempoallan , la metrópoli, en donde se encontraba el  Altépetl  o villa sagrada. La explicación radica en el hecho de que  Tlael Vaine  recibió doble instrucción: por un lado, la propia del  Telpochcalli  o casa de los ma

Reliquias de filigrana

Heshuá Caic  había guiado al clan  Wampanuag  a las tierras de la fertilidad: las enormes y maravillosas llanuras que poseían y disfrutaban con plenitud.   La conformación de la tribu se gestó a partir de sus catorce hijos. Todos y cada uno de ellos eran portadores de las filigranas de jade que el Señor  Caic  les dispuso.   Matlacóatl Yohualli , la mujer de linaje iroqués, conocida también como la de Gracia de Día o Tetenkaji Benatl , llevaba años peleando por su finca barrial. Ella era la única descendiente del sexo femenino del patriarca.   Su madre y cuarta esposa del guía,  Citlaltzin Xochicóatl , se decía descendiente directa del creador de la "Gran Ley", el líder  ottawa Pontiac Tótotl  Pintado.   Matlacóatl Yohualli  o  Tetenkaji Benatl  no se sentía de raza  Wampanuag  pura, no tanto porque ella así lo hubiera decidido, sino porque sus numerosos hermanos de alguna forma la habían orillado a ese pensar.   Una visión, producida en uno de los ritos del inicio otoñal, la

Taínos —Caridad Cobriza Virginal—

En la legendaria isla Maizales los rojos  siboneyes  tenían ocupada la sierra de la maestranza, mientras que los cobres  taínos  mantenían el control costero.   Estos últimos, en cuanto se cumplía un período equivalente a cien lunas y siempre que los prestidigitadores y videntes climáticos así lo autorizaran, destinaban a un grupo de cazadores de las aguas para que se tirara al mar, con el fin de obtener el fresco y nutritivo alimento que conformaba su reconocida dieta proteínica.   Partían al amanecer en sus embarcaciones diversas, desde las balsas armadas y tejidas con carrizos y ratán, hasta las de ceibas vaciadas, talladas y armadas en hilera.   Los manjares más apreciados eran preparados por las mujeres del pueblo, con el producto de los magníficos ejemplares atrapados por el grupo de pescadores.   Songo Huama , uno de los  taínos  más eficientes en esas labores, tenía como hermana a una de las más hermosas princesas de la isla,  Niyur Kaidere , conocida también como La Perla Cobr

Renovación

Cuando el cielo todavía estaba vacío, la casta sacerdotal  Ah kin  diseminó la semilla del sabio verdadero; sembró el maíz por todos los rincones, mismos que son purificados siempre que transcurren 4 veces 13  haab tunes  o 52 años (que es lo mismo).  Tata Hu Banhum  nació dos  haab tunes  antes de la última ceremonia del fuego nuevo; bueno, así le llaman los altos dignatarios del amurallado, porque nosotros, los que somos gente del pueblo, celebramos nuestro propio renacer o gran purificación. Dice el tata  Hu  que casi no se acuerda de dichos festejos, pero, como cada 13  hab tunes  la tierra quiere dormirse y tenemos que hacerla despertar de nuevo, él es quien nos ha instruido a todos acerca de lo que debemos hacer en este cuarto ciclo, dice que porque el dador de la vida ya lo instruyó. En lo personal, yo ya adquirí dos platitos especiales para la ocasión; mientras que  ma' Lijnaa ya tiene dispuesta toda la vajilla. Ella también ha recibido consejos, sobre todo de su hermana  J

Las mariposas y los guerreros de Curicaueri

—Deja en paz a la  papálotl•parakata  —grito el viejo  Hurende•Quahue  a  Metz•Quetl , el inquieto hijo de su primogénito,  Ehecávetl .  —¿Por qué, abuelo? —respondió el infante, al tiempo que sus pequeños dedos soltaban las frágiles alas de la mariposa que previamente había aprisionado. —Verás, mi niño —dijo el anciano, mientras acariciaba los mechones de su nieto, invitándolo a tomar asiento junto a él, a efectos de que lo atendiera: "Cuando las huestes del señor  Axayácatl , comandadas por el invasor  Xotl•Calime , efectuaban una de sus campañas por tierras purépechas, el soberano de los nuestros y líder religioso o  cazonci , reencarnó en el mismísimo dios  Curicaueri  de  Uacusicha . Xungápeti•Caheri , que era como se llamaba el de linaje  eneanj , había sido «preparado» por los herbolarios provenientes del lugar mítico de los ancestros: el  Tzacapo•tacanendam ; y por ese motivo, su estandarte o  quachpantli  era agitado por nuestro señor  Ehécatl , el dios del viento verdade

Cetro K'awil y el origen de las mayordomías

No sé por qué nadie me quiso creer. Y ahora allá vienen todos a preguntarme: que ¿qué te dijo?; que ¿cómo lo supiste? Y todo eso. La noche en la que se quedó el  K'awil  en la casa del mayor  Dom Maal , la verdad es que no pude dormir, estaba yo  rete  asustado. Y es que afuera había una penca de henequén bien alta, tanto así que rozaba el muro de atrás de donde me encontraba acostado y tratando de dormir. Es que se dicen muchas cosas del agave ese, desde que su aguamiel hace limpias de cuerpo, hasta sus caminares por las paredes cuando son grandes. Y el que había afuera era bien alto. Con decir que hasta se me olvidó que faltaba bien poquito, apenas unas cuantas lunas, para que dejara de "preparar" mi barbilla en su parte de arribita y pudiera presumir el  bezote  que el mayor me había prometido (sí, me refiero a ese adorno que los hombres empezamos a utilizar al cumplir los doce años). Por eso, cuando se me apareció el  K'awil,  yo ya estaba temblando del miedo. Y v

Fin del sacbé sangriento e inicio del camino blanco

Ku Ox Caab  era mensajero señorial, uno de los oficios más solicitados por la gente de los pueblos mayas. Se sabía que, cuando se llevaba información de índole estrictamente oral, el empleado era premiado con su incursión dentro de los más altos puestos políticos del reino adonde se entregaba el correo. El joven  Caab , de apenas veintiséis años, practicaba todos los días con el objeto de poder recibir la más alta designación en el área postal. En su historial se incluían más de treinta mensajes efímeros en papel amate, así como otros cuatro de contenido ultrasecreto, también impresos en el material de corteza de árbol, pero con la consigna de "protección inclusive a costa de la propia vida". Utilizando únicamente pies y manos sabía vencer a los pumas que merodeaban los senderos así como a los espías de los Señores enemigos del reino. De hecho, ya había salvado su integridad física en más de una ocasión. Conocía todos los  sacbés  que partían de la ciudad, desde el "cort

Deformación craneana olmeca

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  Dice la crónica que el señor  Catlatélotl  extravió su  atlatl  o lanzadardos en una incursión a la selva de  Xacan , por lo que uno de los primeros días de la luna, el tercero para establecer precisión, decidió buscarlo en el angosto camino del zapote negro.   En ese lugar, justo en la curva del hule, nuestro señor  Ehécatl  de los vientos tuvo un altercado con el mismísimo  Tláloc  de la lluvia y, según comentan los videntes de la gran plaza, se les escapó una lanza de fuego, cuya luz deslumbró a Catlatélotl , por lo que no se percató de que el rayo partió el tronco del gran árbol y una enorme rama de éste, a su vez, golpeó frontalmente el rostro del monarca y sacerdote.   El séquito levantó el cuerpo inconsciente del señor que mostraba su cara abierta por mitad, cual mariposa de alhelí. No podía hablar, pues su boca no existía como tal; bueno, más bien toda su faz fungía con esa abertura, por lo que carecía en definitiva de control facial muscular.   En virtud de que la sangre obs

El flautista Kokopelli

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Los  chichimecas chalchihuites  eran reconocidos por sus atributos sexuales, no necesariamente en lo referente a las características antropomórficas masculinas, sino en las habilidades de mujeres y hombres en lo relativo a las satisfacciones carnales mutuas.   La segunda esposa del flautista  Kokopelli  fue  Naira , hábil en el manejo de las bebidas rituales que prolongaban los tiempos eróticos, más allá del escepticismo común, hasta convertirse en lapsos impredecibles e imprescindibles.   Su hermana  Tamohí , quien había sido la primera mujer de  Kokopelli , le había enseñado al flautista el arte del uso manual en recorridos táctiles y con los detenimientos justos y necesarios en las zonas erógenas adecuadas y dispuestas.   Dicen los que saben que, era tal el embrujo del marido que,  Tamohí , antes de partir a unos encargos pendientes en aldeas vecinas (viaje del que nunca regresó), decidió convidar del acontecimiento sexual a toda su parentela femenina.   Así que, a la muerte de  Nai

Oración de finales del mayo de 2021

Continúa embargándome la emoción al recolectar semillas que podré utilizar en terreno fértil. Claro, aún construyo un jardín más acá de la imaginación y me siento muy contento al tratar de establecer una conexión con la tierra nuestra (tema en estos tiempos tan socorrido). Sigue rondando, como siempre, la imperiosa necesidad de ahuyentar la palabra hueca: la que nada aporta y que, por desgracia, tiende a invadir el entorno. La moderna agricultura (lo escribí en febrero del año pasado y sigue vigente) se confunde con la antigua arquitectura: me refiero, sobre todo, a la búsqueda inminente de la vida en la naturación vertical y en las alturas. La necesidad de la fertilidad me remonta a ortodoxas prácticas ancestrales mesoamericanas (no tan halagüeñas –como la de Xipe Totec–). Por fortuna, trato de seguir un hilo cultural entremezclado y... regreso hoy, no al origen primigenio (al eterno femenino), sino más allá aun: al principio de la siembra terrenal. La estancia doméstica reafirmada po

Inmortalidad

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Ya-Xiuh-Kahn  se había destacado desde la niñez en los golpes justos a la pelota de hule.   No importaba si le pegaba con el muslo o la cintura. Por lo general era certero y conseguía buenas puntuaciones para su equipo.   Conocía todas las canchas del barrio y más aún, de todo el señorío.   Además, era reconocido por su buen desempeño en las labores agrícolas. La manipulación genética que realizaba en beneficio de la planta del maíz, se conocía por toda la región.   Dice la crónica que  Ya-Xiuh-Kahn  elevó a rango principal el cultivo de las yerbas santas.   Durante la última guerra de las flores fue hecho prisionero por las fuerzas del reconocido estratega  mexica  Huitstla . Y este militar era el principal proveedor de jugadores para los enfrentamientos rituales.   Los participantes de estos encuentros generalmente eran esclavos condenados a muerte por haber cometido delitos graves de carácter místico o, como se sabe también, eran los prisioneros de las constantes guerras internas de

Crónicas de pesca: El capitán

El día previo contratamos el servicio: yate y tripulación, así como tiempo de navegación Esta forma de pesca requiere de ciertas habilidades que van apareciendo y se van adquiriendo sobre la marcha La actividad se realiza con la embarcación en movimiento, de tal suerte que, como cebo o carnada, se utiliza, por cada caña, un curricán Éste es un pescadito "de utilería" que, con el movimiento, parece un pez veloz y escurridizo Las cuatro cañas que llevábamos se empotraban mecánicamente en aditamentos ex professo colocados en la parte posterior del yate Esta travesía la realicé en compañía de un antiguo compañero de trabajo en el mar de Puerto Vallarta, en el Estado de Jalisco. Ahora que ha transcurrido el tiempo, pienso que fue muy acertada la elección de este lugar, porque la amplitud de la Bahía de Banderas pareciera, por su extensión, la estancia en el océano, pero con una gran tranquilidad en el oleaje, lo que difícilmente se encuentra en alta mar. El capitán dirigía la emba