Renovación


Cuando el cielo todavía estaba vacío, la casta sacerdotal Ah kin diseminó la semilla del sabio verdadero; sembró el maíz por todos los rincones, mismos que son purificados siempre que transcurren 4 veces 13 haab tunes o 52 años (que es lo mismo). 

Tata Hu Banhum nació dos haab tunes antes de la última ceremonia del fuego nuevo; bueno, así le llaman los altos dignatarios del amurallado, porque nosotros, los que somos gente del pueblo, celebramos nuestro propio renacer o gran purificación.

Dice el tata Hu que casi no se acuerda de dichos festejos, pero, como cada 13 hab tunes la tierra quiere dormirse y tenemos que hacerla despertar de nuevo, él es quien nos ha instruido a todos acerca de lo que debemos hacer en este cuarto ciclo, dice que porque el dador de la vida ya lo instruyó.

En lo personal, yo ya adquirí dos platitos especiales para la ocasión; mientras que ma' Lijnaaya tiene dispuesta toda la vajilla. Ella también ha recibido consejos, sobre todo de su hermana Joob Lij, ya que trabajó por un buen tiempo para una de las principales Señoras del palacio. 

Para las limpias rituales, dediqué 2 veces 20 lunas a preparar el temazcal cerquita del ojo de agua; sí, a lo que comúnmente le decimos chultún. Así, de este rincón del cielo al que nos debemos, brotará, como resultado de la molienda espesa y a través de nuestras pieles, un producto líquido como sudor lechoso, originado en parte por el "preparado" de la bebida alucinante que durante 60 lunas nos es permitido ingerir, 30 antes y 29 después del gran torneo de la pelota.

Los Señores del amurallado son los únicos que pueden degustar esas sustancias inteligentes en cualquier época.

Lo mismo sucede con el estuco: sólo sacerdotes y altos dignatarios lo pueden aplicar en pisos y paredes. Nosotros debemos utilizar, a lo mucho, arena arcillosa.

Entonces, en las festividades, romperemos toda la vajilla e iremos mezclando los pedazos con la masa lodosa del nuevo piso. Por cierto, mis dos recipientes cerámicos invocan, uno a mi dios del viento y el otro, al de la fertilidad.

El rincón del barrio de los almendros se vestirá de místico por unos cuantos días, mientras que en el palacio amurallado se construirá el fuego nuevo que tanto ayudará a nuestras vidas. 

 

 

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