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Mostrando entradas de septiembre, 2019

Oración de finales de septiembre

A punto de despedir un mes de alegorías y beneplácitos, es imprescindible reiterar mi pasión por el bien hacer tanto como por el buen decir. Aun dentro de las satisfacciones, tienden a hacerse presentes las adversidades cotidianas y se generan esas luchas internas que a veces afloran e irrumpen en el continuo existente. Debo pues de sonreírle a esta situación para tratar de afrontarla con la mejor de mis actitudes. Hoy pues, comparto la maravillosa experiencia de la continuidad en cuanto a lo tolerante y lo apacible (confieso la enorme dificultad para lograrlo). Iniciaré la cotidianidad con agrado y energía. Agradezco a la vida y a los muertos de mi felicidad por permitirme participar de este gran banquete de un nuevo y brillante amanecer. Deseo para todos el bien decir, el bien hacer y la adquisición de sentimientos sacros por encima de las maledicencias. La vida, reitero, es muy corta como para no dar. ⓘ™

Atando cabos

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Brisa

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Vaivén

–de vez en cuando unos versos tridecasílabos– Cual brisa matutina de las aguas claras mi rostro se abre al tiempo de la noche inquieta revuelan golondrinas de canción discreta violeta en tono cual si un vino decantaras. Irrumpe el rojo en la paleta que plasmaras la pasta ardiente –ya en el lienzo luce esteta– labios que se besan generan la silueta creciente mezcla del matiz de nuestras caras. Flautin de claroscuros con gentil trompeta revuelven musicales los sinfín colores moviendo los vaivenes de las bellas flores. Parecieras del fuego artificial –pirueta– y fuerte espada que en los duelos constructores alumbras el camino parabién de amores. ⓘ ™

Renovaciones

Si en épocas recientes presientes extrañezas es fácil si observamos plateados tus cabellos recuerdos del pasado que irradian mil destellos y vives el presente quitando las tristezas. Familia de las artes que amamos la belleza tus brazos trabajados y arrugas en el cuello recuento de los años grabados como sello carísimas edades: bondad es tu riqueza. Ordenas los claveles y el cielo se detiene las aves reconfortan, miremos las parvadas uniones pasajeras y el viento nos conmueve. Te siento con las fuerzas brindadas por las hadas dos siglos conociste que pasan como nieve al tiempo le imploramos caricias renovadas. ⓘ ™

Argumento mudo

La dama declinó transformó su cuerpo en niña borró sexualidad de sus maduros muslos camina hoy por el parque sin contemplar al cielo parece que no hay prisa por resolver la vida. La niña enmudeció y retornó a la cuna ya no hubo más indicios recuperó el destino cordón umbilical de recepción y olvido. Negó maternidad por conservar caminos. Y luego en la laguna me pareció encontrarla más bella mas con verdad a medias. No supe su argumento desde el pasado incierto: Propuse Nueva York y contesto Las Vegas. La dama enmudeció a la niña y retorné tranquilo recuperé el destino. ⓘ ™

Cambio del cambio climático

También he realizado un seguimiento cual gracia de la atmósfera mullida crepúsculo a la vuelta de la vida por tantas novedades en comento. Trabajo sin cesar (y experimento): pasar lo irremediable a la medida adentro en esta cuesta de subida derrotas al continuo al que me enfrento. Altares de una fauna conmovida amable refracción del firmamento futuras y atractivas nebulosas. Influye aquí la flora colorida ideas de esperanza en el recuento con cuatro acompañantes y unas rosas. ⓘ ™

Recurso austral

A veces me pregunto si tu cielo un día observaré por esta tierra rigor existencial: ensaya y yerra o clásico vibrar de violonchelo. Ritual entre tú música y mi anhelo armado en este sur de la posguerra. ⓘ ™

Psicopoema

La miel de los buñuelos sabatinos principio delirante en nuestra mesa arbórea sensación: limón y fresa permite alimentar los bellos trinos. Prefiere –ya se ve– detalles finos con suaves saboreos –cual condesa– ardid imaginario a aquel que besa llameante a los sucesos clandestinos. Piaget y Fromm   –de críos a amoríos– cruzaban psico oficios e historiales caretas en remanso de los bríos. Promesas que alimentan a raudales partidas en selváticas y ríos trabajo hacia futuros manantiales. ⓘ ™

Brillos

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Ser o renacer de entre flores y música

Sereno el eucalipto me cobija en medio del maizal, cerca del llano recuerdos de esa fase (campirano): oteo en el fulgor de una rendija. Libero como al agua: la vasija fabrico y voy llevando de la mano antigua narrativa en castellano relatos de anulares con sortija. Orquesto ya el compás de los alientos  reinado de frescura en las maderas unión de naturales e instrumentos. Así se mezclarán en las praderas ausentes de fenómenos violentos diseños atrayendo primaveras. Neguemos construcciones de castillos enmendemos pasados tormentosos retiremos fenómenos tortuosos brillemos por lo pronto en nuestros brillos. ⓘ ™

Tons

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Xochimichin

–rito de la salivación– La pareja debe introducirse desnuda al temazcal. Previamente y con el objeto de mantener sus cuerpos con una dulce y melosa hidratación, ambos habrían degustado exclusivamente alimentos frutales. A cada uno de ellos se le asigna un balde de agua floral o  xochiatl , con el objeto de coadyuvar en la rehidratación  chipahua . La temperatura del recinto produce en un corto tiempo el dulce sudor. Es el inicio del ritual. Los poros de los que están en comunión se encuentran en esa apertura descrita por la palabra ancestral, en la que la predisposición recipiente es una con la otorgante. Estos instantes generan una de las sensaciones más intensas que haya experimentado jamás el ser humano, incluso muy por encima del erotismo. Con movimientos casi nebulosos, que responden al trance terrenal que se produce, así como con el porte de una gran serenidad, cada uno de los cuerpos impregna en el común sus exquisitos sudores. Las posiciones de los que están e

Manantiales agrestes

–de vez en cuando unos versos tridecasílabos– Así es que brota el verso cual mirada ausente en noches desoladas de rondines claros de qué casualidades dimensionan faros en mares turbulentos de sentir doliente. Tal vez egolatrías que copió de gente planetas tormentosos que describen aros espacios novedosos movimientos caros sorpresas milenarias que encontró en el puente. Y en hojas y pantallas de gigantes francos regresa ya con fuerza su gentil propuesta no son casualidades que tocó la orquesta más bien alegorías de barrocos blancos subidas en camastros de tres mil tapancos oníricos momentos de belleza impuesta.   ⓘ ™

Stockholm

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Festejo 20190916

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Noticia 20190915

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En las minas del amor eterno

Parecen tus claveles y mi rosa –a punto de magníficos amantes– los que hacen la explosión de mil diamantes y trenzan la riqueza en verso y prosa. Regreso de la mina pedregosa al menos para verte unos instantes retiro de mis manos cuatro guantes y brindo por tu risa tan hermosa. Las flores nuestros cuerpos han reunido debajo del planeta milenario radiantes conformantes de un latido. Partícipes armamos el temario mostrando sin reparo nuestro nido es tiempo del amor en este horario. ⓘ ™

Inicio

Empecé una partida de ajedrez sobre un extraño tablero; resulto que éste no era de madera (ni de mármol); resultó ser un tablero eléctrico, así que sus circuitos conducían la energía cual peones en blanco y negro. Los alfiles parecían fusibles o interruptores que "vigilaban" de alguna forma a las torres. Obviamente, los caballitos eran de mar y se desplazaban como anguilas (precisamente eléctricas). Sus descargas producían voltajes que, parece (según algunas fuentes consultadas), fueron reproducidos por  Erik Satie  en su serie musical  Gymnopedias . Y es que las anguilas pertenecen a la familia  Gymnotidae . Las fuentes, por cierto, adornaban los jardines del palacio real. El rey y la reina, que solían deambular por este sitio sin su séquito, eran presa fácil para el enemigo. Y aquí se desenchufa cual verso alejandrino conducto en diagonales y salto de corceles se ven allá en las torres los reyes con sus pieles curiosos seguidores de auroras y de vino. D

Sentimientos básicos

Ambos viven "sus" mundos virtuales con una realidad impresionante. Se encuentran de frente a los monitores. Sostienen en sus manos los dispositivos que hacen las veces del antiguo teclado alfanumérico. La desolación impera en el espacio a grado tal que apenas y cruzan entre ellos uno que otro monosílabo sonoro. Sus miradas ya no se miran. Parecen absortos en una compenetración aparente a lo que se encuentra en los plasmas de cristal líquido. El sillón, uno de los pocos sobrevivientes de los menajes ancestrales, tiene muchas horas de uso. Incluso los alimentos son ingeridos en ese mueble. ¿Y qué decir de los 'ejercicios' corporales? Todos los resortes del objeto cuentan con terminales eléctricas que producen micro masajes integrales en las partes que la masa muscular va requiriendo, siempre en función de la animosidad producida por lo que se percibe en la pantalla cromática. Ella se inclina por las modernas comedias de situación en interacción direct

Terrícolas –reporte–

Por lo general se desplazan sobre cuatro extremidades inflables y giratorias. Manejan una percepción en el sentido horizontal de 360 grados; esto lo logran con ventanales a manera de ojos en todos sus costados. A veces se reúnen en manada y forman oleadas que se desplazan de un lugar a otro, generalmente con mucha lentitud y en direcciones encontradas. Sus tamaños varían, al igual que ciertos detalles en cuanto a sus características, pero podría decirse que "todos son iguales". En ocasiones unos chocan con otros. Es cuando llegan los que emiten luces de colores, así como los que auxilian y acarrean a los accidentados, ya sea con tenazas o con plataformas. Hay unos terrícolas que vuelan, pero son tan primitivos que no vale la pena el ocuparse de ellos. En fin, para finalizar el reporte, se ha observado que adentro de esos seres habitan otros más pequeños y torpes, con desplazamientos y percepciones bastante limitadas. Se autodenominan humanos, siendo precisam

Somos la manzana y el árbol

Somos historia; la historia de la música: asonancias y melodías conformando el todo. Somos pues la historia del silencio. Los deudos felices (y limpios) que un buen día enterramos a la soledad y que nos subimos al tren de los recuerdos y las ilusiones. Inventamos también la sexualidad: la nuestra; llena de matices y recovecos en donde se han deleitado nuestras lenguas. Y el tacto; ah, el tacto. ¿Qué sería de tu piel sin la mía? ¿Y el gusto –por el gusto–? ¿Mi boca sin tus pies o sin tu pubis? Somos la hoja y el lápiz: hechiceros de la palabra; como la manzana y el árbol y... la tierra. ⓘ ™

Reverencia histriónica

¡Que fusión: la palabra con la vida! Pareciera ilusión en torbellino con pinturas, hechizos y un buen vino literaria, mujer, alma mullida. Abrimos el telón de obra elegida en el foro preciso del camino del absurdo al teatro isabelino el mutis nos reclama la salida. Kurt Weil  y  Bertolt Brecht  son nuestros jueces en la escena del canto y la belleza al reunirse ganancias y reveses. Y en medio de la historia estás: frambuesa con garbo contenido tantas veces cadencia y clase: me inclino ante su alteza. ⓘ ™