Manantiales agrestes

–de vez en cuando unos versos tridecasílabos–

Así es que brota el verso cual mirada ausente
en noches desoladas de rondines claros
de qué casualidades dimensionan faros
en mares turbulentos de sentir doliente.

Tal vez egolatrías que copió de gente
planetas tormentosos que describen aros
espacios novedosos movimientos caros
sorpresas milenarias que encontró en el puente.


Y en hojas y pantallas de gigantes francos
regresa ya con fuerza su gentil propuesta
no son casualidades que tocó la orquesta

más bien alegorías de barrocos blancos
subidas en camastros de tres mil tapancos
oníricos momentos de belleza impuesta.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Debo disculparme?

Ojiva –planeación y resistencia

Hilos