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Mostrando entradas de agosto, 2020

Indefensión

Salí de la prisión no sin antes piar por última vez adentro de ella. Nací cautivo, mas siempre pensé en este día en el que olvidaran cerrar la portezuela de la jaula. No sé lo que encontraré en mi vuelo; sí, en cambio, en el tan ansiado trayecto de libertad: el ser feliz por mí mismo, aunque sólo sea por los instantes previos a que aparezca otro depredador. ⓘ ™ 

Geología y arqueología de mi vida

– Manifiesto 2020.05.22.22:52– Las primeras excavaciones, que fueron superficiales, encontraron los primeros vestigios. Es sabido que tiempo atrás se desarrollaron varios trabajos geoloarqueológicos en torno a mis orígenes. Nativos oriundos del barrio en que nací me han contado un sinfín de agradables    historias que no hacen sino confirmar mi ascendencia totonaca. Tal vez soy una especie de Xipe-Tótec frustrado; claro, más del lado del ciclo de la fertilidad que del macabro ritual epidérmico. Por lo que respecta a lo acontecido hace varios millones de años, las glaciaciones no pudieron borrar la cercanía que tuve con los trilobites en el reino animal; pero, sobre todo, con los ammonites (por su naturaleza geométrica). Y hablando de diseño, alguna parte de mí participó del nacimiento de los primitivos helechos. Asimismo, y ya con más proximidad en la línea del tiempo, he tenido, por lo menos, dos ascendientes de trascendencia: uno estuvo muy cerca de las luchas liberales del siglo XIX

Tercetos olímpicos

En el Olimpo brindaban con sorprendentes brebajes mezclados por una joven. "Copera sirva bebida" coreaban algunos dioses como Atenea y Dionisio. Perséfone y Afrodita secundaban el pedido que Hebe les preparaba. Mas ella joven doncella decidió sentar cabeza con Heracles y su fuerza. Entre rosas y enervantes Ganímedes irrumpió en los tragos de los dioses. "Copero sírvanos vino" era Zeus que exigía  del joven más que bebida. Como el néctar de los dioses cambió de encargo y arreglo decidió cambiar de sede. Eran Baco con Minerva  los que tomaban cerveza que Juventas despachaba. Así la Diana romana  con los dioses renacientes del Olimpo descendieron. ⓘ ™

Lolita 2020

A ella se le ve plena y radiante. Tiene un sentimiento mal visto por su contexto social, principalmente por su familia cercana. Él (casi siempre hay un él en la narrativa contemporánea) está tranquilo ante la situación. Cree comprender el motivo principal de la desacreditación colectiva. La mamá de ella lo busca para iniciar una conversación. –¿Por qué? –pregunta la mujer, pero tal cuestionamiento parece que no tiene un claro destinatario; al menos él no es el (más) indicado para responder; así que deja que la joven señora continúe la plática– ¿no cree usted...? –aquí sí ya hay una invocación directa, por lo que se puso en actitud más receptiva– ¿... que mi hija está cometiendo un error? –¿Por qué? –ahora fue él quien formuló el cuestionamiento. –No sé... –reinició la dama y ahí acusó, no una desaprobación, sino más bien el desconocimiento real del hecho en sí– ... ¿usted qué piensa? De nuevo quería que él fuera quien planteara el origen del diálogo, tal vez porque no sa

La pulga y el piojo

–cuento para niños creciditos– La mosca multiorgásmica no era precisamente lo que se dice "una mosquita muerta", ya que le encantaba darle vuelo a la hilacha. Tenía una carita d' ésas de "no rompo un plato"; pero un buen día, después de varios intentos que resultaron oprobiosos para su dignidad, logró concertar una cita, nada más y nada menos que con el mosco multiorgiástico. Y éste sí, de santurrón tenía lo mismo que de simples los turrones de Alicante, o sea: naranjas, mis amigos; nadititita. Lo que en esa memorable ocasión hicieron ambos moscos pasó a la posteridad en los anales historinsécticos. Por otro lado, el piojo, quien estaba a punto de casarse con la pulga, andaba como loco buscando al mosco multiorgiástico cuando, en eso, se cruzó (en el sentido figurado) con la mosca multiorgásmica. –¿Y qué quieres, piojo? –preguntó la afamada y poderosa mosca. –Pos que nos crucemos (en la acepción estricta del término) a todo lo ancho, es decir,