Danzón
Los pies arrastro en singular cadencia mis brazos condescienden y arden flama (envuelven la cintura de la dama) dos somos infinito-piel-conciencia. Atmósferas de ron e intransigencia al baile riguroso esbozan trama la música en la sala se derrama formando como un todo la presencia. La orquesta nos provoca los rubores con violas, percusiones y una voz la misma que se escucha en los albores. Shostakovich (su vals número dos) irrumpe con el sol y sus colores invento en una frase al mismo dios. ⓘ ™