Mapa conceptual


Es el recorrido necesario por tu ser que es mío.
Veo el papel que nos toca vivir. La danza candente ascendente impregnada de pieles y sudores.
Silencio de respiraciones entrecortadas que atraviesan el aire.
Es el enlace elemental de ilusiones y verdades, la realidad donde hemos podido leer nuestros libros desde el alma.

Me gusta ver tu cuerpo con el brillo de la desnudez. La forma más allá de una representación gráfica. La lengua que se funde en tacto y gusto, cuando este último hecho genera el placer del agrado, a manera del triunfo sensorial.
Percibo también una religiosidad en el concepto de los poros: en el ir y venir-fluir de los líquidos idóneos (a manera de fuentes redundantes), elementos propios de la saludable animalidad humana.

Hay también una nobleza en estos mirares, en la manera de afrontar el recorrido, ahora sí, más allá de lo conceptual.

No sé bien si de este mapeo se pueda obtener una síntesis; más bien creo que no, que siempre que se realiza el proceso, la responsabilidad conjunta tiende al crecimiento recíproco, en una aparente duplicidad funcional.
Esta estrategia, sin duda, colabora cada vez más, al entendimiento de nuestras vivencias relativas, mismas que sirven para estructurar el alimento espiritual cotidiano.

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