Libertad


El duende de los objetos perdidos generalmente los mueve a sitios inverosímiles.
Esto, con el afán de manifestar su (dudosa) existencia.
Una vez, por ejemplo, extravié la locura.
Por tal motivo, no pude invocar al hábil geniecillo. Así que anduve cuerdo por bastante tiempo.

Ayer, por fortuna, la encontré y ella regresó a mí.
Estoy feliz porque, gracias al duende, gtcues hre tyufdsea cuoh huiopfres. (*)


(*) Olvidé decir que la locura me hace hacer cosas discordantes.

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