Y cuando necesites de mi mano

–un soneto cada cierto tiempo–

Un beso en la mañana muy temprano
tu frente ha recibido desde enero
los años recorremos cual madero
con fuerza –necesario campirano–

Y cuando necesites de mi mano
posar tu rostro en ella te sugiero
los dos recordaremos los te quiero
los viejos y los nuevos –soy anciano–

La vida este diciembre representa
un triunfo de asidero en el camino
hoy sé con muchos años en mi cuenta
que sirve el paladear un rico vino
en esta conocida rueda lenta
par loco por llegar a buen destino.

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