Amo el campo


Se mueven las ramas porque el viento impacta a sus hojas. Las flores hacen lo propio de dos maneras: una, por el mismo golpeteo eólico y, otra, debido a la intromisión de insectos en su interior, con lo cual, como se sabe, esparcen el polen a la distancia y contribuyen al maravilloso principio de la reproducción.
La masa de aire produce más acciones dinámicas. Desplaza a otros elementos, entre ellos, por ejemplo, a ciertas crestas del oleaje de los ríos.
Éstas producen brisa a algunos habitantes de la cuenca, sobre todo a los más cercanos a la ribera.
La erosión se manifiesta en las inclinaciones arbóreas, siempre en dirección del soplo o corriente invisible.
La vida silvestre se mueve:

El florear del previo al fruto
savia que circula sabia
agua en el arroyo seco
lluvia que remueve el suelo
hojarasca del retoño

y aunque enraizados ellos
siempre
desplazan vida
aman la tierra fértil
filtran pureza
cual cristales nuevos fueran.

Se mueven las ramas debido al viento impactante.
La brisa escapa del grupo para luego regresar...

es la campiña.

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