Oración de agosto


Necesito continuar y ofrecer mi mejor sonrisa para afrontar las adversidades cotidianas.
Reitero mi pasión por el bien hacer y el bien decir siempre con la mejor de mis actitudes.
Vuelvo a compartir la maravillosa experiencia de la continuidad en cuanto a lo tolerante y lo apacible (confieso la enorme dificultad para lograrlo).
Iniciaré la cotidianidad con agrado y energía.
Agradezco a la vida y, como siempre, a los muertos de mi felicidad por permitirme participar de este gran banquete de un nuevo y brillante amanecer.
Deseo para todos el bien decir, el bien hacer y la adquisición de sentimientos sacros por encima de las maledicencias.

La vida, reitero, es muy corta como para no ser feliz y dar.


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