Cipreses encantados




Eres marítima y madura
como oleaje de nubes y lava.

Proyectas sombras lumínicas
desde lo alto de las jacarandas.

Estableces el punto de llegada.

La partida topa siempre
con lados eternos yuxtapuestos.

Caminas con gusto entre los cipreses
y fundas ciudades encantadas.

Eres pues la rueda y la fortuna
el carrusel de los secretos
el cuidado y el mañana.

Y sé
cada vez con más certeza
que el lago es nuestro océano
la montaña
la vida
y la luna
el pregón matutino de la cascada.



Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Debo disculparme?

Ojiva –planeación y resistencia

Hilos