Modernidad alternativa

El hechizo se esfumó cuando recibió el beso del príncipe, quien sorprendido, huyó del lecho que otrora ocupara la durmiente.

Ella despertó junto con todos los aldeanos. La vegetación se abrió y el reino volvió a ser visible.

Como antaño, al percibir el peligro inminente, todos los súbditos se convirtieron en férreos guerreros; así que se reunieron a las puertas del castillo con arcos y ballestas.

Sin embargo, el enemigo resultó, además de desconocido, muy poderoso para los leales defensores.

El "descubrimiento" no modificó los planes de la inmobiliaria. Las modernas y convincentes armas (comandadas por traxcavos y retroexcavadoras) demolieron todo, incluso el viejo castillo, debido al alto grado de deterioro en el que se encontraba.

En realidad, fue lo mejor que pudieron hacer, pues por causa de la erosión (producida ésta por las ramas y raíces de los enormes árboles), el edificio que albergó a la familia real, estaba a punto de venirse abajo. 

Una vez construido el nuevo fraccionamiento, se supo que la población original se dispersó por las enormes ciudades de los nuevos reinos.

La princesa desencantada, por cierto, no perdió su linaje...

En virtud de que hay tantas posibilidades de desarrollo, se ha optado por dejar el final abierto.

La aún heredera de la corona bien pudo ser amante de un rey escandinavo o de un jeque árabe.

Otra alternativa es que hubiera viajado a América para disputarse los favores de un apuesto presidente.

En fin, incluso de aquí podría surgir el inicio de otra interesante historia, así que...

colorín colorado este cuento no ha acabado...

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