Les cuento


Ayer me reuní con la Verdad; a la cita me hice acompañar por el Deber. De alguna manera este último fue quien me indujo a realizar dicho convivio.
Mucho tiempo disertamos, cada uno desde su posición muy particular, hasta que fuimos obteniendo, si no, conclusiones, sí, posturas, ante la otra compañera ineludible en el ahora: la Vida.
El otro participante masculino (aparte del suscrito) insistía en establecer líneas rectas inamovibles. Yo, por mi parte, danzaba a veces en descripción de círculos, con lo que exponía, sin hablar, lo que pensaba al respecto.
La verdad es que la Verdad no se resistió mucho y bailamos un cadencioso danzón. Sentíamos como si el Deber, una vez más, condujera nuestros pasos rítmicos, pero no era así; de hecho mantuvimos una cierta autonomía en toda la velada.
Al filo de la media noche, hora en la que los hechizos se disipan, ahora sí mi compañero se impuso y finalizó la fiesta.
Mis labios quedaron con un delicioso sabor a Verdad...
"Siempre es conveniente este tipo de eventos" nos dijimos unos a otros y cada quien continuamos ocupados en nuestras respectivas labores.
La mía, que es el transmitir mediante la palabra todo lo ocurrido, la dejaré para el día de mañana, y es que el Deber insiste en que debo acostarme a dormir.
Así que: Buenas noches...


Comentarios

  1. Así es mi estimado Nacho buenas noches y esperando el despertar y los segundo ( lo primero es en buen café ) leer unos de tus textos que compartes gracias 😴

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  2. Como siempre: excelente. Metáforas vívidas, llenas de creatividad. Un placer leerte.

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