Menach a tua (ménage à trois)

El antiguo 'límite' del mundo lo constituía el Estrecho de Gibraltar, lugar en el que se 'encontraban' las columnas de Heracles.

'Non Plus Ultra' o 'nada más allá' era su definición.

Heracles (Hércules para los romanos) se apoderó de las manzanas de oro del jardín de las Hespérides o Έσπεριδες.

Según la mitología, este Argonauta, en su hazaña número 11 (el viaje al jardín de las ninfas hijas del atardecer), separó las rocas del fin del mundo para "abrir" el Estrecho ya citado.

(Ábila es el antiguo nombre del monte africano [Yébel Musa] que, junto con el peñón de Calpe [Ceuta, Gibraltar], formaba dicha delimitación entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico).

Más arribita (en el mapa) se localizaba su homólogo terrestre Finisterre (originalmente 'Non Terrae Plus Ultra' o 'no existe tierra más allá').

Juran los que estuvieron en ese lugar que efectivamente, parecía que allí terminaba todo.

En el siglo XXII, cuando los imperialistas yankees norteamericanos dominaron el planeta, establecieron como bordes de "su" mundo, precisamente las líneas fronterizas de su territorio nuclear.

Ahora, varios siglos después, y dentro de estas cápsulas plásticas que habitamos, cada territorio es "un mundo", dado que no es tan factible la interacción física entre éstos.

Las manzanas, no son de oro, pero sí prohibidas, como en la mitología judeocristiana, debido a que solamente se encuentran en los jardines o "edenes" localizados afuera de las ciudades "puras".

Es por eso que aquí nos encontramos los tres, Eva, Set y yo, con toda la intención, en principio,  de degustar una de esas frutas pomáceas.

Para ello, debemos salir de estos límites ‘reales’ y atrevernos a respirar lo que haya allá afuerita.

Estamos a punto de hacerlo, pero antes de seguir, es importante exponer que me llaman Dionisio, aunque mi verdadero nombre es Adán, y recalcar que la flor del manzano es el objetivo de nuestra encomienda.

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