Espectros a distancia

Al viento 

al viento

muevo el listón y la alegría.

Eres el tesoro que se sabe

el que nadie tiene

...

la joya terrenal de eternidades rojas.

Eres también mis ilusiones todas

aunque tal vez –mejor– nuestros ayeres.

¿Cómo es que tanto al tiempo

le pertenezca entonces?

¿Y cuál

la señal de vida

de tu sino y nuestra estirpe?

Entiendo que te entregues en noviembre

con bailes y con lunas coloridas.

Entierro la arrogancia y no mi vida

en tiras de destrezas y calores.

Arropo esta mañana tu camino

y sé que no me cedes la palabra

por eso en el palacio de la noche

vendré y te robaré mis pertenencias

al viento

al vino y a la espera

tendré que regresar mientras sucede...

Escucho a mi conciencia muy despacio

al tiempo que cosecho los limones.

Afuera me conviene tu distancia

pues siembro

siempre siembro el alimento.

Así es como el bastión rebelde

resiste y redirige las tormentas.

Así es como mi vida breve

del vino ha conseguido el maridaje

y el mar de tu silencio.

Tú

mi cómplice y todos

hoy vinieron

y ni siquiera tocaremos los violines.

Espectros a distancia parecemos.

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