Hoja de álbum


Me asomé sesgado al balcón de tu nueva casa. Sabes que me interesa el saber cómo vives. Es evidente que mi observación será parcial, en principio por carecer de toda la perspectiva necesaria; pero sobre todo debido a las reacciones de mi vientre.
Hay quienes sostienen que soy visceral; tal vez tengan razón, pero esto no viene al cuento.
Alcanzo a ver tus múltiples sonrisas. Eres feliz, sin duda. Y tu belleza se enaltece. Te sabes Mujer deseada. Y es que llevabas cierto tiempo buscando esta morada; lo sé perfectamente aunque no me lo hubieras contado. Y la has encontrado gracias a tu persistencia.
Te veo limpiando las habitaciones y doblando la ropa cuidadosamente, casi de manera poética, no por ser dueña de casa, sino, de ti misma.
Te veo bien...

Aquella amiga tuya tuvo razón: te faltó el sudor y mis olores; aunque los tuyos, creo que no los requerí.
Ahora regreso a...
Tú bien sabes adonde, porque sé, sabemos, que ya no es necesario... que esté...


Comentarios

  1. Romanticismo sin caer en la melosidad repetida. Haces de la trivialidad un manojo de rosas. Muy bueno. Buenisimo

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