El caracol y las hadas



Para mis amigas Hilda Breer e Ivonne Concha

El hada del jardín y de las flores se encontró con la de la risa y la alegría.
–¿Cómo estás, hermanita? –preguntó la primera mientras desarrugaba unos pétalos de rosa.
–Un poco apesadumbrada –respondió la otra.
–¿Por qué?
–Es que últimamente he visto muy tristes a los niños de esta casa.
–¿Y qué podemos hacer para que recuperen la alegría? Tú eres la experta en estos casos.
A estas alturas, las dos hadas platicaban montadas encima de un caracol de jardín. Entonces éste les dijo.
–Hagan una carrera en la que los niños compitan contra mi familia y yo. Como es seguro que ellos ganen, es inminente que volverán a sonreír y a ser felices.

El plan del caracol surtió efecto, de tal suerte que los pequeños recuperaron rápidamente la alegría.
Las hadas, satisfechas por su labor, se despidieron con el zumbido de sus alas y se citaron para el día siguiente por si algo se pudiera ofrecer.


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