Un día

Un día fuimos la íntima intimidad
el yo para ti y viceversa 
nunca existió relación más entregada y necia
-cuanta energía desbordada-
así en la tierra como en los bares.

Aun en las vicisitudes
y en los burdeles
nuestros estómagos sabían sabiamente del amor
y del buen comportamiento
–como el pez payaso
sonriéndole a los depredadores
a fin de ejercer
la continuidad de la unidad–
así en los mares como en el cielo

nuestra íntima intimidad
un día.



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