Elemental



Marina le dijo a Celeste.
—Con tus buenas manejadoras de aire podrías hacer sonreír a más habitantes del sitio, ¿no crees?
—Es posible, pero Terra cada vez anda más caliente.
—Bueno, es que Fogo se ha desquiciado.
—Y sí; y con lo que le gusta... además, se dice que los ultravioleta cada vez llegan con mayor potencia.
—Lo sé. El quinto elemento me tiene bien informado.

Marina y Celeste charlaban algunas tardes en la línea en donde tendían a reunirse, justamente donde nadie podía molestarlas.

—Antes era más factible la fabricación de hielos flotantes —continuaron reflexionando.
Ambas compartían el color (o la ilusión) de su presencia.

En algunas ocasiones, Fogo intentaba participar en la tertulia; en el fondo del mar, provocaba alguna erupción volcánica, pero Marina no le permitía emerger.
Terra, por su parte, con su aparente condición de inamovible, se sentía imprescindible, ya que los demás, como asegura, siempre han habitado en torno a ella.
Así las cosas, cada uno se ha adjudicado la pertenencia del quinto elemento.
Celeste, como portadora del oxígeno vital. Marina, por determinar el origen de lo que llaman vida. Fogo, quien ha permitido la cocción de los alimentos (principalmente los de contenido proteico) y por ende, el desarollo neuronal.

Quedan varios siglos de este estadio de aparente dominio humano. Vendrán varias glaciaciones que lo exterminarán.
Fogo luchará por volver a hacer acto de presencia.
Marina dejará su estado sólido. Celeste y su oxígeno buscarán otro quinto elemento.
Terra continuará girando...


Publicado el 8 de febrero de 2012.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Debo disculparme?

Ojiva –planeación y resistencia

Hilos