Amate

Tomaré la piel de un árbol para otorgarme un título nobiliario.
La sangre savia sellará este compromiso cuasi medieval.
Mi hombro, a manera de espada, será tocado por manos femeninas; ellas me recordarán la importancia milenaria de un suspiro para, así, poder asumir el importante compromiso adquirido.
Por supuesto que en este reino fantástico habrá una corte con mago y pociones, por lo que no estaremos exentos de aquelarres.
Prohibiré las hogueras, sin embargo: salvo las que salven el honor cuando cuezan el alimento.
Los guerreros serán todos aquellos que defiendan el amor y la palabra y, obviamente, el romanticismo.
Por eso criaremos palomas mensajeras en vez de dragones.

Por último, en el lago que rodeará al castillo, no habrá cocodrilos, sino bellas sirenas que no serán capaces de faltarle al respeto, ni a los navegantes griegos ni a los modernos seres ínter conectados por medios de cualquier tipo, los que siempre serán bien recibidos.
Su canto, eso sí (el de los entes homéricos), llevará el encanto de los placeres sensoriales.

Así que...
Me hará muy feliz el poder darles una muy cordial bienvenida.



Comentarios

  1. Precioso trabajo. Bajo la metafora de un onirico pensamiento cuasi pueril se oculta un bellisimo manto de creatividad ilimitada. Gracias

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