Crónica mayéutica -con cierto tono dramático (entre trágico y cómico)-



¿De dónde proviene?
-De Bélgica, pero últimamente he vivido muy cerca de Delfos, por lo que me considero délfico.
Y dígame, ¿qué le ocurre?
-Todo inició con un cólico…
¿Constante?
-No, esporádico, pero al final se volvió crónico.
Tal vez le parezca extraño, pero le hará un par de preguntas de carácter…
-Didáctico, ¿verdad?
Eso es cierto, ¿cómo lo supo?
-Por pura práctica entre mágica y profética. Pero, le escucho cual político auténtico.
¿Qué estilo de arte le gusta?
-¿Querrá usted decir “estilo artístico”?
Sí, eso.
-Obviamente el gótico, aunque también me fascinan, en el orden arquitectónico griego antiguo, el dórico y el jónico…
¿Y el corintio?
-No, en efecto.
Ya lo suponía. Y acerca de los materiales modernos, ¿cuál prefiere?
-El plástico unido en fábrica con pegamento epóxico.
Pero esto suele ser…
-Muy tóxico, ya lo sé. El otro día hice un recorrido gráfico, desde el paleolítico hasta el presente calendárico, pasando por el neolítico, y resultó en verdad patético…
¿Por qué?
-Bueno, más bien resultó polémico pues en el arte pictórico y en el escultórico todo ocurrió de manera pacífica, pero en la música, por ejemplo, fue casuístico, por no decir cabalístico.
Pero estábamos hablando de materiales…
-A eso quiero llegar, porque en esta era atómica, con tanta ecuación cónica…
Oiga, me quiere usted confundir…
-Es que no entiende mi retórica, mi agnóstico amigo. La estética y la ética van como el Atlántico y el Índico en un mar erótico, acuático y aunque se me considere pírrico…
Mire, amigo, mejor contésteme la siguiente pregunta:¿Le gusta la vegetación?
-Querrá usted decir: el ambiente bucólico?
No sé, la verdad…
-En realidad no importa, porque yo prefiero el área desértica, en extremo; esto es muy cerca del Ártico o del Antártico.
¿Le gusta el alcohol?
-¿Qué si soy alcohólico? Típica pregunta; claro que no; tengo antecedentes hepáticos y diabéticos.
¿Muy bien, tiene usted algo que agregar?
-Pues si, tengo una pregunta. Como todo lo que he dicho es verídico, ¿qué, no estaré psicótico, amigo doctor?
Para comenzar, no me diga doctor, pues soy médico entre ortopédico y propedéutico; le veo un cuerpo famélico en extremo, casi cadavérico y para que se transforme en atlético deberá tomar el siguiente tónico compuesto a base de cítricos transgénicos y ácido fólico a lo que espero no sea usted alérgico. La cura no será mágica, pero sí económica, pues le cobraré un precio módico.
Su estrambótico discurso lo único que ha logrado es tratar dejar paralítico su hermético y cibernético pensamiento periférico. Disculpe usted mi léxico, pero es clásico y benéfico para que usted no se ponga colérico.
Y a todo esto, dígame ¿cómo se llama?
-Mi nombre es Federico Ludovico Gatica, y si usted me indica, dígame en qué botica se fabrica el menjurje ese que autentica y certifica. Aquí cerca está la farmacia de Perico el marica y juntito, en la calle de Tampico, la del monje rico dominico.
El doctor, que en realidad era químico macrobiótico y de nombre Germánico Británico, le entregó la receta médica impresa por medios cibernéticos y le dio la última recomendación:
-Guarda usted el jarabe en el frigorífico, para protegerlo del ambiente atmosférico…

NOTA: Este texto fue publicado por vez primera el 9 de noviembre de 2009 y forma parte del libro:
"Relatos y reliquias" publicado en abril de 2010



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