Oración de octubre


Después de despedir un mes de aniversarios, alegorías y beneplácitos, es imprescindible reiterar la pasión propia por el buen vivir.

Aun dentro de las satisfacciones, tienden a hacerse presentes las adversidades cotidianas y se generan esas luchas internas que a veces afloran e irrumpen en el continuo existente.

Debemos pues de sonreírle a esta situación para tratar de afrontarla con la mejor de las actitudes.

Hoy pues, comparto la maravillosa experiencia de la continuidad en cuanto a lo tolerante y lo apacible.

Iniciaré la cotidianidad con agrado y energía.


Agradezco, como siempre, a quienes dieron la vida, de una u otra forma, para construir la felicidad de los míos y la mía propia y, sobre todo, por permitirnos participar de el gran banquete de este nuevo y brillante amanecer.

Deseo para todos el bien decir, el bien hacer y la adquisición de sentimientos sacros por encima de las maledicencias.


La vida es muy corta como para ocuparse de lo intrascendente.


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