Evangelio


Hace unos meses escribí que, tanto a Einstein como a Saramago (y, en ese entonces, a Borges –agnósticos los tres, prácticamente ateos–), les han introducido en algún lugar de sus citas la presencia de dios.
Bueno, pues acabo de escuchar un poema de Benedetti con un tratamiento similar: cuasi litúrgico.
Y me pregunto: 
¿Por qué existe esta necesidad de tergiversar teológicamente los textos de científicos y grandes libre pensadores?
¿Acaso la(s) iglesia(s) no cuenta(n) con creaciones contemporáneas propias?
Veo, sin duda, un (ni tan velado) intento desesperado de evangelización-derechización en un mundo que, a todas luces –y gracias a las redes sociales–, va despertando de un largo letargo producido por la manipulada información de masas.

Si esto sucede en la actualidad, ¿cómo se habrán escrito la septuaginta y la vulgata?

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