Dic/23 Como lobos


Ayer estuve en la vieja estación ferroviaria. Fui a comprar un boleto que me iba a transportar al pasado.
Al llegar, se cruzó en mi camino la bondad.
–Hola –le dije.
–¿Qué haciendo por acá? –me preguntó.
–Viajo a mis orígenes.
–Camina un poco más y encontrarás al oficio, él quiere realizar el mismo trayecto.
Me apresuré a buscar a mi gran amigo, con quien realicé algunos trabajos en nuestros años mozos.
Mi avanzada edad no me permitió avanzar con la rapidez deseada; además, había mucha gente en la terminal del ferrocarril.
Entre la multitud alcancé a identificar al éxito. Iba rodeado, como siempre, de la constancia y de la gracia. Lo curioso fue que todos ellos, al igual que yo, se dirigían al convoy que nos llevaría a la historia de nuestras vidas remotas.
A la usanza antigua, charlé con todos caminando y al unísono y fui comprendiendo nuestra enorme necesidad gregaria.
Entonces, como por arte de magia, apareció ante nosotros, su majestad: la música.
No sé los demás, pero yo, caí rendido ante sus planteos filosóficos...
... y así, todos juntos, al final del andén, nos reencontramos con el legendario oficio y comprendimos que el boleto que habíamos comprado en realidad nos iba a llevar hacia el futuro; claro, siempre y cuando viajemos juntos y en armonía.

Comentarios

  1. -Musica, musica, musica...... acompañante inmortal de los dioses................

    ResponderEliminar
  2. Mi estimado Nacho Félicidades por tu maravillosa pluma creativa ,y un agradecimiento por la extraordinaria crónica de la reunió de ayer que estuvo envuelta con la magia de las historias de cada uno de los que estuvimos presentes .que está nochebuena este cubierta por la unión unión familiar y el amanecer de la NAVIDAD LLENA DE BENDICIONES .🌲

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Debo disculparme?

Ojiva –planeación y resistencia

Hilos