Oración de diciembre

Debido a estos tiempos extraños, es necesario que se reúnan los pensamientos positivos en comunión con las buenas vibras cósmicas para beneficio de sanos y enfermos. Propongo sonreírle a los infortunios rutinarios para tratar de afrontarlos con la mejor de nuestras actitudes. 

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Aun dentro de las adversidades, por gracia tienden a hacerse presentes las satisfacciones de los logros obtenidos. Se ganan, entonces, las luchas internas que a veces afloran e irrumpen en el continuo existente.

Porque, en contraparte, en cada cambio de ciclo, es conveniente realizar una autoevaluación de todo lo adquirido, pero también de lo que no se pudo alcanzar.

En este mundo competitivo en el que los fracasos son duramente atacados tanto por el contexto como por uno mismo, ojalá y cada persona pueda encontrar la sabiduría que se obtiene precisamente en las tristezas y en la carencia, más que en las alegrías y la bonanza.

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Iniciaré esta recta final del ciclo anual con agrado y energía, recordando(me) que es necesario e imprescindible reiterar la pasión por el bien hacer tanto como por el buen decir.

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Agradezco, como siempre, a quienes dieron la vida, de una u otra forma, para construir la felicidad de los míos y la mía propia y, sobre todo, por permitirnos participar de este gran banquete de un nuevo y brillante amanecer.

Deseo para todos el bien decir, el bien hacer y, sobre todo, la adquisición de sentimientos sacros por encima de las maledicencias.

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La vida es demasiado corta como para no dar(se) por lo que

hoy y siempre hay que beber buen vino 🍷 

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