Ave necia 2



Amar en este otoño tu cintura
la misma que proviene del ropaje
orugas son tus piernas de coraje
sí –bellas– de mujer –ave madura–.

Carísima es –lo sé– la luz futura
ajena de este mundo y su pillaje
por eso al recorrer tu maquillaje
asiento con mis labios tu pintura.

Recuerdo mis andares veraniegos
a veces con la luz de los cocuyos
la acrópolis –instantes palaciegos–.

Al necio (que soy yo a los ojos tuyos:
clasistas –como los antiguos griegos–):
peligran con tu boca mis orgullos.



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