Vida geométrica


Vinieron a notificarme acerca de la existencia de un mundo paralelo.

Emocionado y presuroso, acudí a la extraña puerta de acceso a esa dimensión.

Confieso que me costó cierto trabajo atravesar el umbral.

Al realizar varios trazos imaginarios, descubrí que su comportamiento era (de hecho, es) no paralelo, sino geométricamente perpendicular al inicial.

Hoy vivo a la espera de que se dé la anhelada convergencia de planos.

Cuando suceda, se puede decir que podré conjugar mis miedos y mi(s) vida(s).


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