Partido de llaneros
El juego comenzó cuando Imhotep tocó el balón y fue conducido por una de las máximas estrellas en el campo: Marco Lucio, quien, por cierto, lució una de sus mejores estrategias (Obvio: lucía el número 10 en la casaca).
Frank Lloyd se barrió (como si anduviera en la pradera) y se apropió del esférico. De hecho, pocas veces lo soltó. Todo se le dio, como en cascada...
En el otro equipo, el que inició el encuentro, los jugadores se agrupaban en torno al gran Corbu. [Se dice que nadie ha manejado mejor el balón].
Así, la pelota cambiaba constantemente de cancha. A veces la movía Zaha, otras, Sullivan o Niemeyer.
El árbitro principal, Bruno Zevi, declaró un penalty debido a una mano dentro del área chica de Renzo Piano.
Mies Van der Rohe cobró la infracción y la falló. De plano no pudo concretar...
Esto desenlazó una molestia general, a tal grado que los ánimos se fueron caldeando. Kenzo Tange le pasaba la bola a Gropius y Luis Barragán la interceptaba para jugarla con Aravena.
Aldo Rossi entró al terreno de juego e hizo una especie de teatro. El firmamento, entonces, se tornó negro.
Mas no fue debido a lo ocurrido, sino por la presencia de grises nubarrones que presagiaban la presencia de una fuerte tormenta.
Todos los jugadores, sin excepción, mostraron sus dotes impermeables con sendos uniformes anti lluvia.
Fue cuando Frank Gehry hizo de las suyas (una figura que nadie entendió) y metió gol.
El mismísimo Messi (o Cristiano Ronaldo) habrían querido haber signado tan audaz movimiento.
Los abanderados laterales, Adolf Loos y John Ruskin, aunque pareciera contradictorio, alumbraban con su austera vestimenta.
El partido fue ambientándose cada vez más. Todas las jugadas eran coreadas por el público asistente.
Los cronistas no cabían en sí. El estadio parecía venirse abajo.
Frei Otto hizo su aparición, la última...
Y ahí terminó la primera parte del encuentro.
Ahorita, en los vestidores, los dos equipos están cocinando los próximas esquemas. Parece que están calentando jóvenes futbolistas de ambas bancas para ingresar al terreno de juego en la segunda mitad.
En cualquier momento, la bola volverá a estar en movimiento.
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Excelente Partido, con gran seguridad el estadio está que arde de emoción al ver a todos estos jugadores expresándose como ellos saben en la cancha. Esperando el 2o.tiempo seguso será fulminante.
ResponderEliminarFelicidades Nacho
ResponderEliminaryo de esas cosas no entiendo pero como es habitual el relato es impecable....
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