Arácnido


Aunque no me mates
ni oses devorarme
he muerto.

En este nuevo
cuerpo
en el que encontré acomodo
no hay amor ni sexo
tan solo una pasión irrestricta
madura.

La antigua imagen de la belleza
quedó
por cierto
en el umbral
del olvido.

Hembra altiva
de brillos
y tejidos deslumbrantes
en tu red confío
la misma
que nos da fresco alimento.

Hoy
por eso
aunque me mates
y comas
viviré
en
ti

aguijón.

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