Entrevista a Judas Iscariote

–¿Por qué traicionaste al señor?

–No. Siempre ha habido un error de concepción; él fue quien faltó a los principios que nos inculcó. Parece que le gustó la alabanza conseguida fácilmente, así como la veneración de su persona.

–Pero, lo entregaste por 30 'shekel tyre'.

–Mentira; todos en el jardín de Getsemaní lo conocían. Su indumentaria lo delataba. Al final de sus enseñanzas, se hacía adorar. Éramos varios los que se lo habíamos cuestionado.

"El Jesús de los últimos días no era el mismo que hizo los reclamos en el Sanedrín. Ni tampoco el defensor de las prostitutas. No, al final se dedicó a hacer milagros sin chiste, con los que ganaba adeptos poco calificados en cuanto a los nuevos postulados.

"Vaya, ni Pedro creyó nunca en el concepto de la santísima trinidad, mismo que yo se lo expliqué varias veces.

–¿Será por eso que negó tres veces el ser seguidor irrestricto del pastor de Belem?

–Bueno, eso no lo sé; su negación era bien manifiesta desde el principio de todo el proceso. Como que nunca estuvo convencido de las verdaderas intenciones del iluminado.

"Ahora bien, yo nunca lo besé. Lo que hice fue acercarme para informarle que los soldados romanos querían apresarlo. Pero él y Pedro asumieron el quedarse.

“Por eso lo arrestaron.

–¿Y lo de su suicidio?

–Yo no me quité la vida, como dicen. La persecución estuvo muy cerrada y además, al contrario que Pedro, nunca me atreví a negarlo, pues siempre le fui fiel.

"Ese invento de los tetradracmas es muy contradictorio; se suscitó porque, cuando me detuvieron, encontraron ese dinero en mi bolso.

"En realidad era la limosna que había recopilado con altos dignatarios para la subsistencia del movimiento.

“Eso solamente lo sabía Jesús, pues aun que teníamos nuestras diferencias, yo siempre me encargaba de recibir las aportaciones de los más adinerados.

“Como verá, la verdad siempre se encontrará en la vereda, en el camino, en el tiempo.

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