La hormiga de Uxmal
El nido se maravillaba con una de las primas más sabias de la Bere.
Ella provenía de las ruinas de Uxmal
y sostenía que sus antepasados eran de origen maya.
En sus ratos libres, Kauaquín
hacía ropita con dibujos de grecas coloridas.
Casi siempre que las obreras construían túneles, la llamaban para que
les ayudara a levantar pequeñas y resistentes bóvedas.
Y es que manejaba una excelente técnica en cuanto a la forma del arco.
Su peculiar forma de hablar, era conocida ya por la colonia: como que
entrecortaba o marcaba las sílabas de cada palabra.
Kauaquín percibía la vida de manera diferente al resto del nido.
Aparte de las provisiones invernales, nada guardaba, por ejemplo: hacía
labores de renovación constante en su casita.
Muebles o color de pintura eran reemplazados o modificados con una
cierta periodicidad.
Siempre se le veía alegre y sonriente; se comportaba como abejita
celestial.
Las otras primas comunes estaban contentas con Bere y la hormiguita de Uxmal, pues de ellas recibían
conocimiento y sobre todo felicidad.
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Muy bello. Emociona entender cómo engarzas tu rica imaginación con el amor a lo ancestral para así sembrar en los jóvenes corazones el amor y el respeto.
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