Culpa

(a propósito de un asesinato más) (*)

Episodio 1

Estoy en un restaurante relativamente caro y les pido a mis hijos una sopa para cada uno.

Llega el mesero y todas llevaban cebolla, misma que no es del agrado de los niños.

Le comento al mesero que a los pequeños no les gusta la cebolla y él me contesta que "no le habíamos notificado" de ese hecho para que, en ese caso, no le hubieran puesto dicho ingrediente.

Yo lo acepto y entonces, resignado, comienzo a tratar de limpiar un plato y, al probar el alimento, lo siento un poco tibio.

Entonces pido que lo calienten.

Llega el mesero y me dice que dicho platillo por lo general lo sirven a la temperatura que nos lo dieron por no sé qué extrañas razones. Yo le digo que nosotros requerimos el alimento a una mayor temperatura. Él insiste que no es lo usual pero que nos lo iban a calentar, como una excepción.

En todo esto hay una sucesión de culpas hacia nosotros, las que afortunadamente detecté, por lo que recurrí al capitán de meseros.

Le dije lo que había pasado con lo de la cebolla y que nosotros no teníamos por qué saber si llevaba o no el aderezo. Incluso en la carta no aparece especificado.

Le dije que el mesero había insinuado que nosotros éramos los culpables de no aceptar el platillo en tales condiciones por lo que debíamos comerlo así a como diera lugar.

El capitán se informó de lo sucedido y cambió las sopas, las regresó más calientes y sin cebolla.

Episodio 2

Compro un par de camisas en una tienda departamental.

Al llegar a la casa, descubro que no les retiraron el dispositivo de seguridad, ése que colocan en los centros comerciales para evitar el robo de prendas y que emite una alarma al pasar por los detectores que se encuentran en las salidas.

Molesto regreso a los dos días a solicitar que le retiren tales objetos.

Me piden el recibo de compra como en tres ocasiones (con lo cual me están culpando del hecho) y yo les digo que no lo llevo porque es un error de ellos y que ellos mismos lo deben subsanar.

Al final me "hacen el favor" de retirar los dispositivos "por esa única vez".

Episodio 3

Hace muchos años acribillaron a balazos a un famoso locutor llamado Paco Stanley.

La televisora para la que trabajaba culpó abiertamente al gobierno de la inseguridad que se estaba viviendo.

Las autoridades, entonces, arremetieron en contra del asesinado, diciendo que se drogaba con cocaína y que de seguro estaba involucrado en una red de narcotráfico.

Con esto, la opinión pública aceptó como natural que mataran a gente que "andaba en malos pasos".

Episodio 4

También hace ya algunos años, unos compatriotas mexicanos fueron asesinados por un ejército extranjero, me parece que por el colombiano, en territorio panameño (no recuerdo con exactitud el lugar geográfico).

El hecho es que las televisoras mexicanas culparon a los propios mexicanos porque andaban enrolados con un grupo guerrillero, es decir: los culparon por sus "malas compañías".

De nueva cuenta, la opinión pública quedó satisfecha de los acontecimientos.

Episodio 5

Hace uno o dos años apareció una mujer asesinada en la Ciudad Universitaria de la Ciudad de México.

En un hecho (aparentemente) sin precedente, las autoridades universitarias y los organismos jurídicos de la Ciudad de México, ambos de ideologías (también aparentemente) progresistas, "culparon" a la mujer muerta porque andaba en "malos pasos y con malas compañías".

Inmediatamente se demostró que no fue así; pero, ¿y si en efecto, ella se hubiera estado drogando y con gente "no adecuada", esto hubiera sido motivo para que el asesinato fuera un hecho "menor"?

Es decir, que debemos ser "buenos" y no cometer ningún error porque entonces nos pueden matar y dicho asesinato sería algo esperado.

Creo que vivimos en un tremendo ambiente culposo o culpígero (no sé bien cuál es el adjetivo) en el que nosotros somos los culpables.

Los meseros o restauranteros no son culpables, ellos son perfectos.

Los vendedores no son culpables, son perfectos; en cambio los compradores sí somos susceptibles de cometer errores, mismos que por lo general no (nos) son tolerables.

Las autoridades no son culpables; todo lo hacen a la perfección.

Si uno es agredido es porque provocó dicha agresión, ya sea por la manera de vestir o por las compañías o por ingerir sustancias socialmente no aceptadas; es decir: por no ser socialmente perfectos.

Esta reflexión no tiene conclusión. Que cada lector decida qué pensar en todos los hechos aquí expuestos, mismos que se suceden a cada instante a nuestro alrededor.

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(*) El lunes 29 de abril de 2019 hubo un asesinato más en un CCH.