Oficina –emulación del abrazo ausente–
Paso por la actual recepción
de besos
y llego al lugar justo del abrazo.
Nadie me espera y
Nadie espera con singular paciencia.
Quisiera cultivar las lenguas muertas
mas
de repente
Nadie me lo impide.
Atravieso él área secretarial
–siempre hay una–
y aquí
–de nuevo–
Nadie se presenta.
En medio de la aparente desolación
y
como Nadie me lo recomienda
decido pues reconstruir los hechos.
Al final
a Nadie abrazo-distante
y reparo en medio del tiempo éste
que debo seguir la ruta del alma:
lo que pretendió ser decepción
–pienso–
logró transformarse en esperanza.
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Abril/29/2020
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