Triste adiós

a Noa Pothoven, quien decidió morir

Qué pobre puede ser el ser pudiente 

al ver el sufrimiento de quien sufre

enfermo de enfermizas intenciones 

con baja decisión en sus bajezas.

¿Será que pensarán sus pensamientos?

¿Será que se divierte entre sus gozos?

¡Qué rabia siento

convertida en impotencia!

El mundo se invertía y detenía

y tú

eras el centro del desquicio

pequeña y vulnerable ante el cobarde

con lloros hacia adentro

                                       los que duelen.

El mundo se invertía y detenía

y el lobo

disfrazado de cordero

hurtaba la ilusión de un mundo nuevo.

Eras el centro del desquicio a veces

y a veces escupir es necesario

con lloros hacia dentro

los que duelen.

Pequeña y vulnerable ante el cobarde

fantasma traducido en suciedades

(a veces escupir es necesario).

Aquí no hay agresor

hay sólo escoria 

(a veces escupir es necesario)

cuando el mundo se invierte y se detiene.

Perdiste un rumbo que nunca tuviste

acababas de recién nacer.

Qué pobre puede ser el ignorante

cuando el mundo se invierte y se detiene.

Debiste haber jugado a las muñecas

y el lobo lo impedía

cuando el mundo se invertía y detenía.

Aquí no hay agresor

hay sólo mierda

recubierta de dulces 

y confianza 

pero

mierda

mundanas intenciones del pudiente

del pobre

pudiente

del que provocó

tus lloros hacia dentro

los que duelen.

Fuiste el centro del desquicio

y

ya

no

más.

Ayer

a pesar del pesar de los pesares

pequeña y vulnerable

por fin pudiste huir

y

aunque el mundo de nuevo se detuvo

C R E C I S T E

en tu muerte.

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