Campos de fresas


Pasa a mi lado un zapato viejo. Seguramente alguien lo retiró del área de sembradío (aunque también existe la probabilidad de que me hubieran querido golpear).
La orografía se confunde con la ortografía, y no solamente por una simple te, sino por la función literaria de las montañas.
A cuan más alejadas, permiten el terreno llano y propicio para el hecho agrícola y por ende para la labor poética

Al cítrico rojo en jugo
expuesta semilla siempre
cosecha serena y dulce
cual sano deguste en vino
no sólo las uvas pueden
hacerse licor de dioses
los campos de fresas brindan
comida para este escrito
así se disfruta en tiempo
lo mismo que dice el verso.

Descubro pues el bien decir de un viejo campesino que radica en la ciudad. Me cuenta que siempre es bueno encontrar en la zona de cultivo un objeto viejo. Entonces entiendo el vuelo del zapato líneas más arriba.
La idea de agresión o golpe ilusorio fue, como todo, producto del imaginario colectivo en estos tiempos violentos.

A veces la palabra fluye como la lluvia en zona fértil.
Habremos de esperar para ver qué nos depara la cosecha... 

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